Tarta vegana de chocolate y coco

Menuda grata sorpresa me dio esta receta de Maria Lunarillos. No porque dudase de ella, sino porque prácticamente el único ingrediente de los que lleva que me gusta (más bien me encanta) es el chocolate. Así que no pensé que me fuera a gustar tantísimo esta tarta, pero es que está....para chuparse los dedos. Además me sorprendió que la crema de coco se montase como si fuera nata. ¡¡¡Yo no tenía ni idea!!! Si es que todos los días se aprende algo nuevo.

Bueno, voy a empezar por el principio y os voy a contar la historia de por qué quise hacer esta tarta vegana. En agosto celebré mi boda (por tercera vez 😄), y la comida la hicimos nosotras y mi madre. A esa celebración iban varias amigas que son veganas (entre ellas nuestra maravillosa fotógrafa Isabel Rodriguez, que sacó las dos fotos grandes de la receta, la primera y la última). Lo salado no teníamos problemas porque tampoco comemos demasiada carne así que recetas teníamos. Pero...¿el postre? Yo siempre cocino con mantequilla, leche, nata, huevos.... ¿De verdad se podía hacer un postre sin alguno de esos ingredientes? Pues sí, ¡y está buenísimo! Tanto que fueron los niños los primeros que se tiraron a comer de esta tarta jajaja .
Por cierto, hablando de niños, uno de ellos es alérgico a la proteína de la leche y él también pudo comer de esta tarta. Así que ya veis, es de lo más completa, deliciosa, cremosa, y apta para veganos, intolerantes a la lactosa y para alérgicos a la proteína de la leche. No se puede pedir más.

INGREDIENTES:

(para un molde desmoldable de 20 cm de diámetro)

Para la base:

- 270 gr de dátiles de medjool o ciruelas pasas

- 105 gr de coco rallado

- 22 gr de semillas de lino molidas

- 15 gr de cacao puro en polvo

- 9 gr de aceite de coco fundido o de margarina vegetal

- Una cucharadita de agua

Para el relleno:

- 300 gr de chocolate negro fundido

- 340 ml de leche de coco a temperatura ambiente

- 80 gr de sirope de ágave + 2 cucharadas más

- Una cucharadita de extracto de vainilla

- Una pizca de sal

- 170 gr + 170 gr de crema de coco fría

- 40 gr de chips de coco tostadas (para decorar)

- Sal Maldon (para decorar)

ELABORACIÓN:

Base:

1 - Troceamos los dátiles o las ciruelas pasas y los ponemos en un vaso de batidora, y le añadimos el coco rallado, las semillas de lino molidas (como se puede ver en la foto yo no las molí por hacerlo más rápido y también quedó muy rico), el cacao y el aceite de coco o margarina. Lo trituramos todo con la batidora y le añadimos la cucharadita de agua si fuera necesario.

2 - Preparamos nuestro molde engrasándolo y colocando papel vegetal en el fondo y acetato en los bordes.

3 – Cubrimos todo el fondo y un poco de los bordes con la masa que hemos hecho. Tened paciencia porque es pegajosa.

Lo guardamos en el congelador.

Relleno:

4 – Fundimos el chocolate al baño María o en un baño de vapor.

5 – En un cuenco grande ponemos la leche de coco a temperatura ambiente (agitadla antes de abrirla), y le añadimos el chocolate fundido, los 80 gr de sirope de agave, la vainilla y la pizca de sal, y reservamos.

6 – En otro bol batimos los 170 gr de crema de coco con 1 cucharada de sirope de ágave. No hace falta montarla porque yo la monté demasiado, quedó muy dura y ya no pude hacer el marmolado a la tarta (no se mezclaba con la crema de chocolate, era como un bloque). Tiene que quedar muy suave, solamente para integrar el sirope y la crema. Con una varilla de mano sería lo mejor.

7 – Echamos la crema de cacao y coco en la base que teníamos en el congelador.

8 – Después le añadimos la crema de coco sobre la superficie, y con un cuchillo, palillo o tenedor, lo vamos mezclando haciendo un dibujo marmolado. Os mostraría cómo es pero con la crema tan bien montada que me quedó (que no tenía que haber sido así) era imposible hacer dibujo.

9 – Volvemos a meter en el congelador durante 3 horas (si se quiere dejar en el congelador se puede dejar perfectamente y sacar un rato antes de que se vaya a consumir). Cuando vayamos a consumirla la desmoldamos y le quitamos el acetato.

10 – Para decorar batimos los otros 170 gr de crema de coco con la otra cucharada de sirope de agave (aquí sí lo batimos bien y lo montamos como si fuese nata) y lo ponemos por la superficie como más nos guste. Le podemos poner también chips de coco tostados y un poco de sal Maldon.

Como habéis visto en la primera y única foto que tengo de la tarta, yo no le puse nada porque quería hacerlo al momento de sacarla, pero ya con los nervios de la boda la saqué tal cual jiji. No pasa nada porque así tal cual ya estaba impresionantemente rica. 

Y como regalito por no tener más fotos de esta tarta, os dejo de otras que hubo en la boda, y que además, están publicadas en el blog. La tarta nupcial fue una carrot cake (no falla nunca), y la otra que se ve es de mango y vainilla, que encantó a todo el mundo. Ains....qué rico todo y qué día más bonito y divertido pasamos.

NOTAS:

· Mirad bien los ingredientes de la margarina porque, aunque parezca increíble, muchas llevan leche y ya no sería un postre vegano.

· La crema de coco se puede comprar en algunos sitios , pero si no la encontráis se puede hacer perfectamente con la leche de coco. Solo hay que meter la leche de coco en el frigorífico y no moverlo ni agitarlo durante un par de días. Cuando vayamos a usarlo lo abrimos por la parte de abajo (sí, por la de abajo) donde se habrá quedado el suero, lo tiramos, y nos quedamos con la crema. Con un bote de 400 ml da para más o menos los 170 gr de crema.

· Si no os gustan ni los dátiles ni las ciruelas pasas siempre podéis optar por hacer una base de galletas normal. Mirad los ingredientes de las galletas porque normalmente no usan mantequilla sino margarina, así que seguiría siendo una tarta vegana.

· En lo que se refiere al chocolate tenéis que comprar chocolate negro porque si fuera chocolate con leche ya no sería una tarta vegana. Mirad los ingredientes. No recuerdo qué chocolate compré yo pero sólo llevaba trazas de leche.

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