En la última
Semana Santa estuve, como casi siempre que tengo unos días libres, visitando a
mi familia en Bilbao. Estando allí mi madre compró unos pastelitos que se
llaman teclas. Es un dulce riquísimo y muy simple que consta de un hojaldre con
la base de chocolate y relleno de una suave y dulce crema pastelera. Nos gustaron
tanto a todos que la caja que compró no duró ni medio día. Así que al día
siguiente compró más, y al otro también. Y cuando nos volvimos a Badajoz, a
parte de traernos algún kilito de más agarrado a la cintura, nos trajimos un
par de kilos de estos deliciosos pastelitos. Yo no sé si es un dulce típico de
esta pastelería o de dónde proviene, porque he buscado por internet y no lo he
encontrado. Pero sea cual sea su origen…este dulce está para chuparse los dedos.
¡Y es muy fácil de hacer! Así que venga…manos a la masa.
INGREDIENTES:
- 500 ml. de crema pastelera
- 1 lámina de hojaldre cuadrada o
rectangular
- Almíbar (agua y azúcar, o agua y mermelada en la misma proporción)
- Almendra picadas
- 150 gr. de chocolate de postres
ELABORACIÓN:
1 – Lo primero de todo es hacer la
crema pastelera y meterla en el frigorífico tapada con papel film hasta que la
vayamos a utilizar, ya que tiene que estar fría. También la podemos guardar
metida en la manga pastelera directamente.
2 – Cortamos la lámina de hojaldre en
rectángulos.
3 – Hacemos un almíbar, o bien calentando en la misma proporción agua
y azúcar, o podemos hacerlo calentando dos cucharada de mermelada de
albaricoque con la misma cantidad de agua.
4 – Colocamos los rectángulos de
hojaldre en la bandeja de horno con un papel vegetal, pintamos con el almíbar
y echamos por encima las almendras. Horneamos hasta que estén dorados (unos 10 minutos, pero no les quitéis ojo de encima porque en 1 minuto pasan de estar dorados a estar requemados).
5 – Sacamos los hojaldres y los
colocamos sobre una rejilla para que se vayan enfriando. Mientras, derretimos el
chocolate en una baño al vapor.
6 – Para pintar con el chocolate la
base de nuestras teclas podemos utilizar un pincel, o bien, sumergir un poco cada tecla
en el chocolate. Esa última es la opción que yo utilicé y fue genial.
Después
las vamos colocando sobre un papel de horno hasta que se seque. Si os ha
sobrado almíbar volvemos a pincelar la superficie con él.
7 – Cuando el chocolate esté seco,
cortamos las teclas por la mitad y las rellenamos con la crema utilizando una
manga pastelera. Y…nada más. Nuestras teclas están listas para disfrutarlas.
NOTA:
- Tengo que avisaros que las teclas están tan tan ricas que se vuelven adictivas y no puedes dejar de comerlas.
Si te ha gustado la receta,
no te la guardes
y compártela con tus amigos
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