Me encanta hacer mermelada. Da igual de qué
la haga que siempre está deliciosa. Esta vez tenía una calabaza en casa que no
estaba utilizando y se me iba a estropear, así que decidí aprovecharla haciendo
una riquísima mermelada de calabaza y naranja. Su sabor es espectacular. En
casa la comemos tanto para las tostadas de los desayunos como untándole un poco
al queso curado. No os hacéis una idea de lo rico que está. La única pega…¡que
solo me dio para hacer dos botes!