Ya queda poco para Halloween y muchos (sobre todo los que tenemos niños) nos contagiamos del ambiente de esta fiesta que se va haciendo hueco, poco a poco, entre nosotros. Ya hay casas que se decoran con arañas y telarañas, imitaciones de sangre, preciosas y terroríficas calabazas, etc… Así que…¿por qué no decorar también nuestros postres?
Pensando
qué postre temático podría hacer (a parte de la tarta de queso terrorífica que
os enseñé la semana pasada), tuve claro el ingrediente que quería utilizar: la calabaza. Nunca he hecho cupcakes, así
que si los hacía tenía que ser por todo lo alto, con relleno y todo. Pensé que
la manzana quedaría genial con la calabaza y acerté. La mezcla de sabores es
increíblemente deliciosa. Y la decoración…me ha encantado. Además ha sido muy
divertido montarlos en familia. Éramos
como una cadena de ensamblaje: una hace el agujero del cupcake, otra lo rellena y la otra le pone el frosting jiji.
Seguro
que vosotros también disfrutáis haciéndolos.
Feliz y terrorífico Halloween.