Hacía un montón de tiempo que no
hacía este postre y, la verdad, es que tenía muchas ganas de volver a hacerlo y
de compartirlo con vosotros.
Es uno de los postres más
típicos de Austria y consiste en un rollo de masa muy fina relleno básicamente
de compota de manzana, pasas, nueces y canela. Aunque como en todas las recetas…hay
variaciones.
Suele servirse recién
hecho y con azúcar glas o crema inglesa, también caliente o templada. No es un
postre excesivamente dulce, pero cuando lo juntas con la crema inglesa de vainilla
hacen una bomba de sabor que no hay nada que lo supere.
Es un postre que a mi me
encanta para el invierno, y está…increíblemente delicioso.