¡Cómo me gustaba este postre cuando yo era pequeña! Bueno…y ahora. Porque no hay nada mejor que una porción de leche frita recién rebozada, con su azúcar y su canela, ligera y suave. Ummmm…¡¡¡una delicia!!!
Mi
madre, que es cocinera de profesión desde siempre, la hacía mucho como uno de
los postre de sus menús y nunca sobraba ni una (claro está que siempre guardaba
alguna para sus hijas jiji). Pero cuando
me independicé, tuve que aprender a hacer todas esas comidas que me encantaban
de mi madre, entre otras cosas, la LECHE FRITA. ¿Y sabéis qué descubrí? Que no
era nada complicado y no hacía falta que llegasen las vacaciones para ir a ver
a mi madre y comer este maravilloso postre.
Seguro
que a vosotros os gusta tanto como a mi.
INGREDIENTES:
Para la masa:
- ½ litro de leche
- 80 gr. de azúcar
- 50 gr. de maizena
- 1 yema
- 40 gr. de mantequilla sin sal (opcional)
- 40 gr. de mantequilla sin sal (opcional)
- Piel de medio limón
- 1 rama de canela
Para rebozar:
- 1 huevo
- 2 cucharadas de maizena
- Aceite de oliva sabor suave o aceite de
girasol
Para el acabado:
- 3 cucharadas de azúcar
- ½ cucharadita de canela
ELABORACIÓN:
1
– Separamos medio vaso de leche y el resto lo ponemos a calentar en
una cacerola a fuego medio junto con la canela y la piel de limón. Cuando esté
a punto de hervir, apartamos y dejamos infusionando unos 15 minutos.
2
– Mientras tanto, vamos poniendo en un bol el azúcar, la maizena, la yema y el
medio vaso de leche que habíamos apartado, y mezclamos bien con un batidor de
mano hasta que esté todo disuelto.
3
– Cuando hayan pasado los 15 minutos y la leche ya esté infusionada, la colamos
y añadimos un poco a la mezcla anterior y batimos. A continuación seguimos
añadiendo el resto de la leche y batimos un poco para incorporar.
4
– Volvemos a poner a fuego medio-bajo sin dejar de remover hasta que espese.
Una vez obtenida la consistencia adecuada, sacamos del fuego, añadimos la mantequilla troceada y removemos.
5
– Cuando tengamos la crema lista, la echamos en un molde previamente untado con
mantequilla o con aceite de girasol (para esto nos ayudaremos con una
servilleta de papel para repartirlo bien y que no queden excesos). Nos
tiene que quedar con 1-2
centímetro de alto.
6
- Tapamos con papel film que quede en contacto con la superficie de la crema para que no salga
costra, y guardamos en el frigorífico mínimo 3 horas hasta que cuaje. No tengáis
prisa, porque cuanto más tiempo pase más dura se pondrá la crema y más fácil
será manejarla después.
7
– Cuando esté consistente, desmoldamos y cortamos en cuadraditos de unos 4 centímetros .
8
– Rebozamos cada porción pasándolas por la maizena y después por el huevo batido, y
freímos en el aceite bien caliente hasta que estén doradas por los dos lados. Cuando estén listas, las vamos colocando en una bandeja con papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.
9 – En un plato mezclamos las 3 cucharadas de azúcar y la ½ cucharadita de canela
y rebozamos por esa mezcla cada porción y…¡¡¡ya tenemos nuestra leche frita lista para disfrutarla!!!
CONSEJOS:
·
Yo he
utilizado solo 1 yema, pero si os da miedo que se rompa la leche frita cuando
la vayáis a rebozar o simplemente os gusta más consistente, podéis añadirle una
yema más. De cualquiera de las maneras os quedará una leche frita ligera y
deliciosa.
· Este
postre está espectacular recién hecho y templadito. Pero yo lo he comido
también frío y está igualmente bueniiiiiiiiiiiiísimo.
·
A mi
me gusta añadirle mantequilla porque le da brillo a la crema y queda más suave.
Pero el que no quiera echarla puede prescindir de ella.
· Yo he
utilizado maizena tanto para hacer la crema como para rebozar, y así este
postre es también apto para celíacos. Pero, si preferís, podéis utilizar harina
para rebozar.
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gustado la receta, no te la guardes
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