Hacía un montón de tiempo que no
hacía este postre y, la verdad, es que tenía muchas ganas de volver a hacerlo y
de compartirlo con vosotros.
Es uno de los postres más
típicos de Austria y consiste en un rollo de masa muy fina relleno básicamente
de compota de manzana, pasas, nueces y canela. Aunque como en todas las recetas…hay
variaciones.
Suele servirse recién
hecho y con azúcar glas o crema inglesa, también caliente o templada. No es un
postre excesivamente dulce, pero cuando lo juntas con la crema inglesa de vainilla
hacen una bomba de sabor que no hay nada que lo supere.
Es un postre que a mi me
encanta para el invierno, y está…increíblemente delicioso.
INGREDIENTES:
Para la masa:
- 250 gr de harina
- 1 cucharada de aceite de oliva (15-20 ml)
- 1 huevo
- 1 pizca de sal
- 100 ml de agua tibia
Para el relleno:
- 800 gr de manzanas (3 o 4 manzanas, según el tamaño)
- 1 chorrito de zumo de limón
- 50 gr de mantequilla
- 60 gr de pan rallado
- 100 gr de azúcar moreno o azúcar blanco
- 1 cucharada de azúcar vainillada
- 1 cucharada rasa de canela
- 40 gr de nueces
- 50 gr de pasas
- 40-50 ml de ron
ELABORACIÓN:
Masa:
1 – En un bol ponemos la
harina y hacemos un hueco en el medio (como un volcán). Ahí ponemos el aceite,
el huevo y la pizca de sal, removemos con las manos esos últimos ingredientes y
después vamos incorporando poco a poco la harina.
2 – Cuando estén estos
ingredientes integrados vamos añadiendo el agua tibia poco a poco (porque quizás
no la necesitemos toda, eso depende de cada harina).
3 - Cuando la bola de masa
se despegue perfectamente de las paredes del bol, la ponemos sobre la encimera
de la cocina y comenzamos a amasarla y golpearla hasta que quede una bola lisa,
elástica y suave. Esto nos llevará mínimo 10 minutos.
4 – Engrasamos un plato o
bol con aceite y ponemos nuestra bola de masa ahí, y la pincelamos también con
aceite. Tapamos con papel film y reservamos
mínimo 30 minutos para que quede perfecta para poder estirarla. Mientras
tanto vamos preparando el relleno.
Relleno:
5 - Ponemos las pasas a macerar en el ron.
6 – En una sartén derretimos la mantequilla y ahí doramos el pan rallado.
6 – En una sartén derretimos la mantequilla y ahí doramos el pan rallado.
7 – Cortamos las manzanas
en trozos finos pero no excesivamente pequeños. Las ponemos en un bol y echamos
un chorro de zumo de limón para que no se oxiden y se pongan
negras.
8 – Añadimos el azúcar, la
canela, las pasas (cortadas o enteras, según los gustos de cada uno), las
nueces picadas y la mitad del pan dorado.
9 – Removemos hasta
mezclar bien y dejamos macerar mientras estiramos la masa.
10 – Ponemos en la encimera
un gran trapo de cocina (yo puse un mantel pequeño) y lo enharinamos.
11 – Colocamos ahí nuestra
bola de masa y la estiramos primeramente con un rodillo.
12 – Después, metemos las
manos por debajo de la masa, la levantamos y vamos pasando los puños por todo
el borde (rodeando todo el perímetro). Así explicado parece difícil pero no lo
es tanto. ¿Habéis visto alguna vez cómo hacen la masa de la pizza? Pues es
igual.
Cuando ya esté bastante
estirada y transparente por muchas zonas, la volvemos a colocar sobre nuestro
trapo y estiramos un poco más los bordes con los dedos. El caso es que quede
una lámina súper fina y trasparente (tanto que podamos ver lo que hay debajo).
No os preocupéis porque se rompa por algunos sitios, se puede pegar después un
poco con los dedos y listo. Bricolaje hecho.
13 – Recortamos los bordes
(que es lo que habrá quedado más grueso) y formamos un rectángulo.
14 - Esparcimos el pan
rallado que nos quedaba por la superficie.
15 – Encima ponemos la
mezcla de las manzanas que teníamos macerando.
16 – Con cuidado, y
ayudándonos con el trapo, plegamos los 4 bordes hacia dentro, y después, muy
despacio, vamos enrollando desde uno de los lados más cortos (si lo hiciéramos
al contrario nos quedaría un strudel muuuuy largo y muy fino).
Con las sobras yo hice
unos adornos, pero no es necesario si no os apetece. O quizás tenéis paciencia
y mucha más imaginación que yo y hacéis una pedazo de decoración digna de un
artista. Que hay mucho talento oculto por ahí jiji.
17 – Pintamos la
superficie con mantequilla derretida (o huevo batido) y horneamos a 180 ºC durante 40 minutos,
teniendo cuidado de que no se nos queme la superficie.
18 – Dejamos templar sobre una rejilla.
Después espolvoreamos con azúcar glas y ya estaría listo para comer.
Pero, como ya comenté al principio, se suele acompañar de crema inglesa templada, y de esta forma lo hice yo. Así está todavía más delicioso porque el dulzor de la crema contrarresta la acidez de las manzanas. Tenéis que probarlo. ¡Os va a encantar!
Pero, como ya comenté al principio, se suele acompañar de crema inglesa templada, y de esta forma lo hice yo. Así está todavía más delicioso porque el dulzor de la crema contrarresta la acidez de las manzanas. Tenéis que probarlo. ¡Os va a encantar!
NOTA:
- Una curiosidad...¿sabéis por qué se utiliza el pan rallado en esta receta? Es para que absorba toda la humedad que puedan soltar las manzanas y no empape la masa.
- Normalmente este plato se consume caliente, pero está igualmente delicioso en frío acompañado de una bola de helado de vainilla.
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gustado la receta, no te la guardes
y compártela
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