Os voy a poner esta receta porque tengo que compartir con vosotros este extraordinario descubrimiento. Pero tengo que reconocer que este postre se ha convertido en nuestra perdición, porque nos lo comemos de un tirón.
Vosotros
os preguntaréis por qué he hecho el tiramisú con galletas cuando la receta normalmente se hace con bizcochos de soletilla o Savoiardi. Pues veréis, el caso es que recetas de tiramisú hay
muchas, pero es verdad que el mascarpone, el café, el cacao y los bizcochos nunca faltan. Pero el tiramisú más rico que he probado, en un
restaurante italiano de Badajoz, está hecho con galletas (o al menos eso capté
yo la última vez que lo comí y lo deleité con atención para sacarle los
ingredientes jiji). Así que me apeteció probar a ver qué tal me quedaba, y no
os podéis hacer una idea de lo riquísimo que está. Es tan suave, cremoso, dulce
y delicioso que no puedes parar de comer. Ya os digo, que nos ponemos las tres
en casa con una cucharilla cada una y no paramos hasta terminarlo. Un día vamos
a terminar con dolor de tripa jiji.
Además
es sencillísimo y rápido de hacer. Si es que lo tiene todo.
- 5 yemas
- 2 o 3 claras
- 200 gr. de azúcar + 1 o 2 cucharadas para
el café
- 500 gr. de mascarpone
- Galletas María
- Café negro
- 1 o 2 cucharada de Amaretto o similar
- Cacao en polvo (para decorar)
- Chocolate negro rallado (para decorar)
ELABORACIÓN:
1
– Separamos las yemas y las claras. De las claras sólo nos quedaremos con las 2
o 3 que vamos a utilizar.
2
- Batimos las yemas con el azúcar hasta que blanqueen y se quede una textura muy
cremosa (más o menos 5 minutos).
3
– Añadimos el queso mascarpone y lo incorporamos a la mezcla anterior con la varilla de mano.
Reservamos en el frigorífico
4
– Montamos las claras a punto de nieve.
5
– Incorporamos las claras montadas a la crema de yemas, azúcar y mascarpone con
movimientos envolventes. Reservamos en el frigorífico.
6
– Preparamos café, ponemos un poco en un plato hondo, y añadimos 1 cucharada de
azúcar y 1 cucharada de Amaretto (si se nos acaba el café volvemos a hacer lo
mismo).
7
– Vamos mojando las galletas en el café y colocándolas en el fondo de una
fuente o en vasitos individuales.
8
– Después vertemos sobre ellas la mitad de nuestra crema (si habéis decidido
hacerlo en vasitos individuales os vale con un par de cucharadas, que no
conozco vaso con tanta capacidad J).
9
– Seguimos colocando otra capa de galletas mojadas en café, y la última capa
sería el resto de la crema que nos quedaba.
10
– Guardamos en el frigorífico al menos 3 horas, pero está más asentado de un
día para otro. Y si lo queréis partir en porciones individuales tendréis que
esperar otro día más, porque es un postre tan cremoso que al intentar sacar la
porción se desmorona entero. Pero a los dos días de hacerlo estará perfecto
para presentarlo. Y no os preocupéis por los huevos crudos porque ya no va a
pasar más tiempo este postre en el frigorífico, ya que os lo vais a comer de
una sola vez.
11
– Antes de comerlo espolvoreamos cacao en polvo y rallamos un poco de chocolate
negro o de postres y…¡a disfrutar!
Si te ha
gustado la receta, no te la guardes
y compártela
con tus amigos
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