Flan de queso con dulce de leche I

Ojalá recordase dónde probé el flan de queso que hizo que me decidiese a hacer esta receta. Me gustaría recordarlo, primero para volver a ese restaurante, y segundo porque se merecen una mención especial. ¡Estaba riquísimo! Y el toque del dulce de leche…ummmm para chuparse los dedos. El día que me acuerde ya os lo diré, pero me temo que estaré probando flanes de queso por doquier hasta dar con “el sitio” (qué pena, eh? jiji).

El caso es que en nuestra casa no hay mucha devoción por los flanes, pero como éste no era un flan cualquiera, me puse a buscar recetas para que el paladar de mi familia le diese el visto bueno. ¡No os hacéis una idea de la cantidad de recetas distintas que hay! Con horno, sin horno, con nata, con leche, con leche condensada, sin ella, con leche evaporada, con distintos quesos, distintas cantidades… Para volverse loco. Tras estudiarlas y pensar un poco en la proporción de los ingredientes de cada una (aunque estoy segura de que todas son estupendas), me decidí por dos. Hoy os dejo la primera, que lleva leche condensada y está realizada por Eva Arguiñano, así que iba a ser un acierto seguro.

Espero que os guste y la disfrutéis como nosotras.

INGREDIENTES:

- 4 huevos L

- 340 gr leche condensada

- 250 ml leche entera

- 250 gr queso crema

ELABORACIÓN:

1 – Precalentamos el horno a 165ºC y colocamos dentro una bandeja con agua (donde nos quepa nuestra flanera).

2 – Si nuestro dulce de leche está muy espeso, calentamos un par de cucharadas en una taza para que se haga un poco más líquido y podamos esparcirlo mejor por el molde. No es obligatorio este paso, solo es para facilitar. 

3 – En un bol batimos los huevos y posteriormente añadimos el queso de untar (mejor si está a temperatura ambiente).

4 – Seguidamente añadimos la leche condensada y la leche entera. Mezclamos,  vertemos en el molde y lo tapamos con papel de aluminio.

5 – Colocamos la flanera (o flaneras) en la bandeja que teníamos con agua (que ya estará caliente) y horneamos a 165ºC durante 50 minutos. Los últimos 15 o 20 minutos podéis quitarle el papel de aluminio para que cojan un poco de color. En realidad este paso es algo que se me quedó viendo a mi madre. Ella no siempre los desmoldaba y quedaban más bonitos con la superficie dorada. Pero si los vais a desmoldar como yo, en realidad no se va a ver si la superficie queda dorada, verde o azul (aunque es mejor que no os queden de estos dos últimos colores, y si es así os aconsejo que tiréis el flan jiji).

6 – Sacamos del horno y dejamos enfriar. Quizás os parezca que no está hecho del todo porque tiembla mucho, pero se acabará endureciendo cuando se enfríe. 

Cuando esté a temperatura ambiente metemos en el frigorífico.

7 – Por último desmoldamos con cuidado. Para ello presionamos ligeramente los bordes del flan para despegarlos, ponemos un plato encima del flan, colocamos la palma de la mano encima del plato, agarramos el flan con la otra mano, y…le damos la vuelta todo a la vez. Y, si tenemos suerte y no se nos ha caído el flan por toda la cocina, tendremos un flan requetebueno.

CONSEJOS:

• Según el tipo de flanera necesitaréis un tiempo de cocción u otro, ya que si utilizáis flaneras pequeñitas, el tiempo será mucho menor. Mi flanera era grande y necesitaba mucho tiempo para que el calor llegara al centro, y aun así, se notaba el centro mucho más blandito que los bordes.

• Podéis sustituir el dulce de leche por caramelo líquido. Ya haré una receta de caramelo.

• Cuando desmoldéis, si el flan no acaba de despegarse ni aunque le deis un par de meneos, probad a ponerlo en una fuente con agua caliente un ratito. Si aun así no hay manera, pasad un cuchillo por todo el borde. Ya tiene que salir seguro.

• La receta de Eva Arguiñano llevaba 300 gr de leche condensada y 1 cucharada sopera bien grande de miel. Como para terminar el bote de leche condensada quedaba muy poquito, decidí echárselo entero y no añadirle miel. Pero vosotros como prefiráis.

Si te ha gustado la receta, no te la guardes

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