Qué ganitas tenía de
estrenar mi último libro de chocolate que me regaló mi mujer. El libro de
Sandra Mangas tiene unas recetas para chuparse los dedos, y aunque yo ya le
tenía el ojo echado a una receta en concreto, hoy he decidido hacer una de las fáciles
(porque ya en bastantes jaleos me he metido este verano jiji). En fin…que estas
caracolas no solo son lo más sencillo que os podáis imaginar, sino que se hacen
en un pis pás y además están para chuparse los dedos. Mi hija está deseando que
llegue mañana para llevarse una para el recreo.
INGREDIENTES:
(para 4
caracolas)
- 1 lámina de hojaldre (cuadrada o rectangular)
- 150-200 gr de crema de cacao y avellanas
- 1 huevo batido
PREPARACIÓN:
1 – Precalentamos el horno
a 180ºC.
2 – Extendemos la lámina
de hojaldre y la cortamos, a lo largo, en tiras de unos 5-6 cm.
3 – Con la ayuda de una
manga pastelera ponemos una franja de crema de cacao en el centro de cada tira.
4 – Pincelamos uno de los
lados longitudinales con huevo batido y después empezamos a enrollar la tira
por el otro lado, dejando la zona de unión debajo del churro.
5 – Enrollamos cada churro
sobre sí mismo para formar la caracola, las colocamos sobre la bandeja de horno
cubierta con papel de hornear y pintamos con huevo batido.
6 – Horneamos a 180ºC
durante 15-20 minutos hasta que se doren. Tened cuidado porque normalmente los
hornos no hornean por igual en todos los lados. El mío, por ejemplo, coge más
temperatura en el fondo, por lo que tuve que mover las caracolas de
sitio cuando las del final estaban doradas y pasarlas a la parte de adelante, y
viceversa (o dar la vuelta a la bandeja).
7 – Sacamos del horno y
dejamos enfriar unos minutos. Se pueden comer templaditas o frías.
NOTA:
NOTA:
- Como habéis visto son taaaan fáciles que hasta un niño puede hacer estas caracolas.
Si te ha gustado la receta, no te la guardes
y compártela con tus amigos
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