Cuando viajo a otras ciudades me encanta empaparme de ellas. Siempre quiero verlo todo, andar por un montón de sitios distintos, subirme a todas las torres que me voy encontrando (mi hija y yo tenemos obsesión con las torres jiji), me gusta ver cómo viven las personas y sus costumbres.
En
mis últimas vacaciones nos fuimos a París. ¡Qué ciudad más maravillosa! Hay
tantas cosas para ver y para hacer que no te aburres nunca. Y entre esas cosas
que hay para hacer está el disfrutar de su riquísima comida. Así que eso os
traigo hoy, uno de sus postres típicos: la Crème Brûlée (crema quemada).
Este
postre es muy similar a la crema catalana. Se diferencian en que el postre
francés se hace con nata y se cocina al baño María en el horno, y la crema
catalana se hace con leche y se cocina al fuego. Pero el resultado de ambas…¡increíblemente delicioso!
INGREDIENTES:
- 1 l . de nata para montar
- 10 yemas
- 200 gr. de azúcar blanca
- 1 rama de vainilla
- Una pizca de sal
- Azúcar moreno para quemar
ELABORACIÓN:
1 – Precalentamos
el horno a 150ºC .
2
– En un cazo ponemos a calentar, a fuego medio, la nata, la pizca de sal, y la
rama de vainilla abierta y raspada. Cuando esté caliente, pero no haya llegado
a hervir, lo apartamos del fuego y lo dejamos infusionando unos 15 minutos para
que la nata tome el sabor y el aroma de la vainilla.
3
– En un bol grande batimos las yemas y el azúcar hasta que blanqueen un poco.
4
– Cuando la nata haya estado infusionando unos 15 minutos, echamos un poco
sobre las yemas y batimos. A continuación echamos otro poco más, y así hasta
terminar.
5
– Colamos la crema. Si han quedado muchas burbujas en la superficie se las
quitamos con una cuchara.
6
– Vertemos sobre unos cuencos (que sean aptos para el horno) y los tapamos un poco
con papel de aluminio.
7
– Los metemos en el horno y echamos agua caliente en la bandeja hasta que
llegue a la mitad de los cuencos (vamos a cocinarlos al baño María). Horneamos a
150 ºC
durante 1 hora y 10 minutos o hasta que cuaje pero quede con un ligero bambaoleo.
8
– Dejamos enfriar por completo encima de una rejilla. Después los tapamos con
film y metemos en el frigorífico por lo menos 3 horas.
9
– En el momento de consumir añadimos una cucharada de azúcar (moreno o blanca) por la superficie
de la Crème Brûlée y la quemamos con un soplete o quemador.
Bon
appétit !
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